Los ecuatorianos aprovecharon los últimos vuelos para llegar y celebrar la Navidad con sus familiares.

Centenares de ecuatorianos residentes en el exterior arribaron ayer al aeropuerto Simón Bolívar tras embarcarse en los últimos vuelos previos a la celebración de la Nochebuena.

Los doce años que Enrique Maridueña esperó para ver a su hermana Marlene, se hicieron más largos con las tres horas de retraso del vuelo de la aerolínea Continental Airlines, que arribó la madrugada de ayer al aeropuerto Simón Bolívar, procedente de Houston, en el que viajaba la ecuatoriana, junto a decenas de compatriotas, quienes alcanzaron a embarcarse en uno de los últimos vuelos previos a la celebración de la Nochebuena.

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El mal tiempo en los aeropuertos de Newark y Houston, Estados Unidos, impidió la salida de los vuelos y obligó a los familiares de emigrantes que ansiosos por recibir a sus seres queridos hicieron una maratónica espera desde las 22h00 del jueves hasta las 05h00 de ayer, en la sala de arribo internacional.

El reloj marcaba las 03h00 y la noche era fría. Una botella de agua o un vaso de café no fue suficiente para contener el sueño y algunos se acomodaron en el hombro de quien estaba a su lado para reposar.

Los ánimos subieron cuando se anunció la llegada del  vuelo procedente de Newark.

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Carmen Galarza acompañada de su hija María Narváez, no despegaba la vista de los cristales que separan la sala de espera de la de chequeo para observar a Marjorie, otra de sus hijas, quien llegaba junto a su esposo Kevin Balseca y sus pequeñas hijas Nicole y Kacey, desde Nueva York, adonde emigró hace cinco años.

Emocionada, dijo que le prepararon hayacas para el recibimiento en su vivienda ubicada al sur de la ciudad.

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Mientras afuera de la sala, Janeth Lucas lloraba  al abrazar a sus familiares, a quienes no veía desde hace 17 años.

Dijo estar emocionada porque quería recordar las tradiciones del festejo de la Navidad y Fin de Año.

Eran las 05h00 cuando llegó el vuelo de Houston, Enrique Maridueña se alegró porque al fin podía ver a su hermana.
“Estará gordita o flaquita, no sé, son doce años”, recordó.

Durante la tarde de ayer y en la noche con el último vuelo de American Airlines a las 22h30, continuó la llegada de los ecuatorianos que quisieron pasar la Nochebuena con sus hijos, esposas, padres y hermanos.

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