La conducta política de Lucio Gutiérrez determina en el país la presencia activa de otra clase social y, especialmente la participación de campesinos e indígenas en la vida política nacional, constituyendo una fuerza social con nuevos protagonistas y actores en el escenario político del país, y, serán factores principales en el desarrollo económico social del Ecuador, de los que en adelante ya no se puede prescindir; actitud ejemplar que tendrá una gran repercusión en América Latina.

El movimiento del coronel Gutiérrez en el curso de los días tendrá mayor significación que la Revolución Juliana de los militares jóvenes de 1925, ya que estos se concretaron a depurar la atmósfera bancaria y financiera, lo que trajo consigo la profundización de la brecha entre la Sierra y la Costa: Urbina Jado, Víctor Emilio Estrada contra la política económica de Luis Napoleón Dillon, Pedro L. Núñez, especialmente la intervención del Banco Central y Agrícola de Guayaquil, interviniendo abiertamente en la política del país y en la designación de mandatarios.

En el desenvolvimiento de la vida política nacional el pronunciamiento del coronel Gutiérrez, primero por su insurrección militar campesina y luego por el ejercicio de su presidencia contando con la participación de los representantes de la clase indígena, será motivo que se registrará en los análisis históricos del Ecuador.
Dr. Eduardo Santos Camposano
Quito

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Un canal de TV nacional recibió al Primer Mandatario en un programa donde no se les dejó a los entrevistadores sino 6 minutos para hacer las preguntas que nunca fueron contestadas. Su intervención era copia de la “cadena nacional” de los días lunes.

El Presidente nos contó que la inflación es de un solo dígito, claro, si hay 500.000 ecuatorianos viviendo fuera del país porque no tienen vida dentro de él, que no son gastos para el fisco, sino que aportan con sus giros al presupuesto de la nación.

Al referirse a las obras, volvió a mencionar la autopista Guayaquil-Salinas, que ya tiene dos años en construcción y aún no se concluyen sus 110 kilómetros de recorrido, el puente Carlos Pérez Perasso y el de la calle Gómez Rendón, trabajos que están paralizados, abandonados y cubiertos bajo sendos letreros que nos dicen “Lucio construye”.

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Alberto Muñoz Morán
Guayaquil