Los peloteros latinos fueron protagonistas estelares en el béisbol de las Grandes Ligas en la campaña 2004.

El deporte nacional de Estados Unidos, el béisbol de las Grandes Ligas, recordará siempre el año del 2004 como el final histórico de la “maldición” del bambino Babe Ruth y la consagración de los peloteros latinos.

Después de 86 años de frustraciones y fracasos, los Medias Rojas de Boston vivieron un final de temporada épico al superar, de manera dramática, todos los obstáculos para conseguir su primer título de la Serie Mundial desde que Ruth fue traspasado a los Yanquis de Nueva York, en 1920.

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Boston ganó la Serie Mundial con excelente juego y de la mano de los dominicanos David Ortiz, Pedro Martínez, Manny Ramírez y el colombiano Orlando Cabrera.

Los Medias Rojas se olvidaron de su historia y después de estar al borde de otra eliminación humillante (iban 0-3 en la serie de campeonato de la Liga Americana ante los Yanquis), surgió la magia del bate de Ortiz para cambiar el destino y permitir que Boston fuese el primer equipo en ganar el banderín con cuatro triunfos consecutivos.

Luego llegó la Serie Mundial ante los Cardenales de San Luis y el protagonismo fue para Manny Ramírez, que hizo sonar el bate para quemar con barrida a sus rivales (4-0).

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Las figuras
Junto al éxito de los peloteros dominicanos, que volvieron a tener un año apoteósico, venezolanos, portorriqueños, panameños y mexicanos también fueron protagonistas con sus respectivos equipos.

El dominicano Vladimir Guerrero debutó con los Angelinos de Anaheim y fue elegido por votación abrumadora el Jugador Más Valioso de la Liga Americana.

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El jardinero boricua Carlos Beltrán tuvo una postemporada de ensueño con los Astros de Houston y se proyectó al estrellato para convertirse en el agente libre más solicitado y más caro del mercado.

El venezolano Johan Santana, la gran figura de los Mellizos de Minnesota, estuvo intratable en la segunda mitad de la campaña y ganó de manera unánime el premio Cy Young de la Liga Americana.

Distinciones
El veterano Roger Clemens, que jugó su primera temporada en la Liga Nacional con los Astros, lo aprovechó para ganar el premio Cy Young, el séptimo de su carrera.

El campocorto de los Atléticos de Oakland, Bobby Crosby, y el jardinero de los Piratas de Pittsburgh, Jason Bay, fueron los novatos del año de la Liga Americana y Nacional, respectivamente.

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Bobby Cox fue nombrado Mánager del Año de la Nacional tras guiar a sus Bravos de Atlanta una temporada más y Buck Showalter, en su primer año con los Rangers de Texas, lo ganó en la Americana.

Los Expos abandonaron su sede de Montreal y se fueron a Washington, donde no es seguro si al final se van a quedar y convertirse en Los Nacionales, porque todo dependerá de la construcción de un nuevo estadio.