El ejército de Estados Unidos inició este viernes una investigación sobre el mortífero atentado contra una base militar del norte de Irak donde murieron 22 personas, a fin de determinar cómo logró un atacante suicida ingresar en las vigiladas instalaciones.
 
Un equipo encabezado por el teniente general Richard P. Formica inició sus tareas en Mosul, poco después que el secretario de Defensa, Donald H. Rumsfeld, realizó una sorpresiva visita en vísperas de la Navidad a los soldados que fueron heridos en el atentado.
 
La principal persona a cargo de la investigación llegó anoche y comenzó este viernes sus tareas, dijo el teniente coronel Paul Hastings, vocero de la base de Mosul.
 
Ahora tenemos una idea bastante clara de que un atacante suicida fue responsable por el atentado, señaló Hastings. El general Formica investigará cómo ocurrió esto.
 
Hastings añadió que la investigación se realizará con rapidez y de manera exhaustiva.
 
Formica, comandante de artillería, ya ha investigado prácticas de detención por parte de fuerzas especiales en Irak, incluidas denuncias de torturas y maltrato a prisioneros. Esa investigación está relacionada con el escándalo por abusos a presos en la cárcel de Abu Ghraib.

La investigación por la explosión en Mosul se registra en momentos en que el ejército comienza a reexaminar la seguridad en bases de diferentes partes de Irak a raíz del éxito del atacante suicida en introducirse en el campamento militar e ingresar a una carpa repleta de soldados que estaban almorzando.
 
El jueves, un general estadounidense dijo que el atacante suicida habría vestido un uniforme del ejército iraquí.
 
Por otra parte, en su visita a Mosul, Rumsfeld dijo a los soldados que debían sentirse orgullosos de su desempeño, a pesar de lo sombrío que la situación pueda parecer.
 
Rumsfeld viajó en secreto en medio de fuertes medidas de seguridad. Su avión aterrizó en la madrugada en Mosul y el funcionario se dirigió a un hospital de campaña donde muchas de las víctimas del ataque del martes eran atendidas.
 
Los heridos más graves fueron trasladados a un hospital militar estadounidense en Alemania.
 
Posteriormente se reunió en Tikrit, la ciudad de origen de Saddam Hussein, con el comandante de la primera división de la infantería, el mayor general John Batiste.
 
Su tercera parada fue en Faluya, donde la infantería de marina atacó el jueves desde aire y tierra a presuntas posiciones de los insurgentes, los combates más importantes de varias semanas. Tres marines murieron el jueves en enfrentamientos en Faluya.