El radón, gas radioactivo de origen natural que puede acumularse en el aire de las habitaciones, es responsable de 9% de los fallecimientos por cáncer del pulmón en Europa, según un estudio realizado en nueve países europeos.
El radón aumenta los efectos negativos del tabaco.
A igual exposición, el riesgo de cáncer del pulmón es aproximadamente 25 veces más elevado para los fumadores que para las personas que nunca han fumado, subrayan los autores del estudio publicado esta semana por la revista británica British Medical Journal.
El riesgo aumenta proporcionalmente a la concentración de radón durante unos treinta años antes que se declare la enfermedad.
Este gas, que se escapa de la capa de la Tierra, contiene partículas radioactivas que se dispersan rápidamente en el aire libre.
En el medio ambiente de las viviendas puede hallarse en concentraciones elevadas, sobre todo en los pisos más bajos, con fuertes variaciones según las regiones.
Aumentar la ventilación de la planta baja es una medida poco costosa que reduce la exposición al radón, señalan los autores.
Usualmente cuando el gas, inodoro e incoloro, es inhalado, los pulmones lo expiran de inmediato, pero algunas partículas pueden depositarse en la mucosa de los bronquios, exponiendo las células a la radiación.
Una serie de estudios realizados con mineros mostraban ya la asociación del radón con el cáncer del pulmón, riesgo que se ve confirmado si está presente en el domicilio.
El estudio fue realizado basándose en 7.148 casos de cáncer del pulmón y 14.208 personas que sirvieron de control por no haber desarrollado un cáncer.
La radioactividad del radón corresponde como promedio a 97 becquereles por metro cúbico (97 Bq/m3) en los domicilios del grupo de control, en comparación con 104 Bq/m3 en los domicilios de los que tenían cáncer del pulmón.
En Francia el radón es la primera fuente de exposición a las radiaciones (37%), antes de la utilización en medicina, los rayos cósmicos, los alimentos, y las centrales nucleares.
El riesgo de cáncer del pulmón aumenta de 8,4% cada vez que la radioactividad del "radón medido" aumenta de 100 bq/m3, señala el equipo británico encabezado por la profesora Sarah Darby (Oxford, Gran Bretaña) y especialistas de otros ocho países europeos (Alemania, Austria, España, Finlandia, Francia, Italia, República Checa y Suecia).