Al menos quince miembros de las fuerzas de seguridad y tres civiles murieron este jueves por ataques de la guerrilla maoísta de Nepal, que bloqueó los principales accesos por carretera a Katmandú, informaron fuentes policiales.
 
Asimismo, los rebeldes incendiaron dieciocho camiones y sitiaron varios distritos del país, agregaron las fuentes.
 
Las víctimas mortales se registraron en un enfrentamiento que comenzó anoche y prosiguió hoy en la localidad de Baliya, en el distrito occidental de Banke, a unos 450 kilómetros al suroeste de Katmandú.
 
Mientras, en la capital, según la Policía de Katmandú, sólo unos pocos vehículos pudieron acceder hoy a la ciudad y únicamente durante la madrugada.
 
En un comunicado difundido el martes, los insurrectos anunciaron un bloqueo indefinido en las principales carreteras que comunican la capital con el resto del país, en protesta por la desaparición de varios miembros de la guerrilla, según ellos, a manos del Ejército.
 
El Gobierno ha ordenado el despliegue de las fuerzas de seguridad en las carreteras bloqueadas por los rebeldes, anunció hoy el portavoz del ministerio de Interior, Gopendra Bahadur Pandey.
 
El pasado agosto, la guerrilla mantuvo cercada la capital durante siete días, para exigir al Gobierno que investigase el asesinato de varios de sus líderes y que hiciera pública la situación de activistas suyos detenidos por las Fuerzas Armadas.
 
En las últimas semanas, los combates entre el Ejército y la guerrilla se han incrementado, así como las acciones de los rebeldes, que mantuvieron paralizado Katmandú los pasados lunes y martes con una huelga general.
 
Los insurgentes se alzaron en armas hace ocho años para derrocar a la monarquía de Nepal e instaurar una República maoísta, y desde entonces más de 11.000 personas han muerto en el país por la violencia, según organizaciones pro derechos humanos.