La Iglesia católica colombiana pidió este jueves al Gobierno ampliar el plazo dado a las FARC para liberar a 63 personas secuestradas, que vence el próximo 30 de diciembre, por considerarlo muy breve.
 
El cardenal Pedro Rubiano, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal, solicitó ampliar el término dado el pasado 17 de diciembre por el presidente Alvaro Uribe para que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) liberen a los cautivos.
 
El mandatario dio el ultimátum al grupo rebelde o de lo contrario ordenará la extradición a Estados Unidos del guerrillero Ricardo Palmera, alias "Simón Trinidad", un jefe de las FARC arrestado en enero pasado en Quito y deportado a Colombia.
 
El cardenal Rubiano reiteró en un comunicado que la Iglesia ofrece los templos del país para que se reúnan delegados de las FARC y del Gobierno a dialogar sobre el "acuerdo humanitario" para liberar a los secuestrados.
 
En el comunicado, la Iglesia "invita al presidente a ampliar el término de tiempo en el que se pueda construir con las FARC nuevos espacios de interlocución".
 
"La Iglesia pone a disposición de las partes todos los espacios propios y de oración para que, garantizada la seguridad de los voceros del Estado y de la insurgencia, dialoguen en busca de un acuerdo que permita la liberación de todos los secuestrados", manifiesta el documento.
 
Los secuestrados que el Gobierno pide liberar son 59 colombianos y cuatro extranjeros que conforman una lista de rehenes a cambio de los cuales las FARC exigen liberar unos 500 rebeldes presos, entre ellos "Simón Trinidad" reclamado por EEUU por supuesto narcotráfico.
 
Entre los cautivos se encuentran la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, otros políticos, ex congresistas, soldados, policías, tres estadounidenses y un alemán.
 
Las FARC no han respondido todavía al ultimátum presidencial, pero en anteriores ocasiones han reiterado que se reunirán a hablar del "acuerdo humanitario" si el Estado desmilitariza dos amplias zonas del suroeste del país.
 
El pasado lunes, Uribe descartó esa posibilidad y subrayó que "al país debe quedarle claro" que no habrá desmilitarización "de ninguna zona del territorio nacional pues eso es desmoralizar a las tropas".