El presidente Luiz Inacio Lula da Silva participó en la tarde del jueves de una misa ecuménica de Navidad con los sin techo y  recolectores de papel en la Casa de Oración del Pueblo de la Calle, en el  centro de la ciudad de Sao Paulo.
 
En un escenario simple, con cruz y altar de madera y una imagen de Cristo crucificado pintada sobre una pared azul y amarilla, Lula presenció la ceremonia que incluyó rezos y salmos, en un clima de mucha alegría.
 
Durante la misa, el presidente colocó un ramo de flores blancas debajo de siete pequeñas cruces de hierro incrustadas en la pared, en homenaje a siete  habitantes de la calle que fueron brutalmente asesinados este año en la ciudad de Sao Paulo.
 
Recordando la muerte de los sin techo, Lula, que estaba acompañado por su esposa, Marisa, y el ministro de Desarrollo Social, Patrus Ananias, aseguró que  la sociedad brasileña "vive un proceso de degradación", y destacó la  importancia de la estructura familiar en la vida de las personas.
 
"La pobreza no lleva a ninguna persona a ser ladrón o marginal. Si fuese la  pobreza, en mi familia no hubiera escapado nadie", aseguró el presidente, aludiendo a su propia experiencia.
 
"La miseria explica solo una parte (de la violencia), otra parte se debe a  la desestructuración de la familia brasileña", afirmó Lula. Para mejorar esa situación, el presidente clamó la necesidad de recuperar "la fraternidad y la solidaridad, dos palabras sagradas".
 
El padre Julio Lancelotti, coordinador de la Pastoral del Pueblo de la Calle, que lideró la misa, pidió mayor participación de los sin techo y los recolectores de material reciclable en las decisiones del gobierno y de las administraciones estatales y municipales.
 
El presidente recibió una camiseta y un gorro -que se colocó inmediatamente- de una asociación de recolectores de material reciclable. En  ese momento, con la ayuda de una banda de música, los trabajadores cantaron  varias veces un himno mientras rodeaban al presidente, lo que movilizó a los agentes de seguridad de Lula.
 
En el evento, Ananias anunció que el gobierno destinará 519 millones de dólares a la Organización de Auxilio Fraterno, una asociación que da asistencia y capacitación a los recolectores de material reciclable.
 
El padre Lancelotti pidió a Lula que el Instituto Brasileño de Geografía y  Estadística (IBGE), cense a los pobladores de la calle.
 
Participaron de la misa la alcalde de Sao Paulo, Marta Suplicy, el cardenal arzobispo de la ciudad, Claudio Hummes, y los senadores del Partido de los Trabajadores, Aloizio Mercadante y Eduardo Suplicy. Antes de abandonar el lugar para saludar a un grupo de sin techo reunidos fuera de la Casa de Oración, Lula prometió a los presentes volver a encontrarlos en la próxima Navidad.