En agosto pasado, empezó un proceso de cambio para los niños minadores del sector de La Bota. La fundación Desarrollo y Acción (DYA) y el Municipio impulsan la reinserción de los menores al sistema escolar.

Maró Guerrero, coordinadora de DYA, hizo énfasis en que varias instituciones, entre ellas Unicef con su programa Niño Esperanza, están empeñadas en que mejore la situación de los niños.

En Quito, se constituyó un comité en el Municipio liderado por el Patronato San José para la provisión de servicios de salud y educación para los minadores.

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En el proyecto están involucrados además los líderes comunitarios y las familias, quienes han demostrado su empeño para que los niños retornen a las aulas.

En la Bota, 24 menores de 12 años que no estudiaban son beneficiarios de 24 becas escolares del Innfa. En el sector, 16 de los 48 niños que tienen retraso escolar, consiguieron becas del programa Avanzar, del Innfa.

En Zámbiza, el proceso está empezando con la colaboración de minadores adultos y sus dirigentes.

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El estudio de la OIT y de DYA se realizó en las 20 ciudades con mayor población del país, y no incluyó al resto de centros poblados. En el 2002, se encontró que 500 menores minaban en 12 de las 20 ciudades.

La situación en los botaderos con respecto al trabajo infantil ha mejorado en los últimos cuatro años, por la acción de los municipios. De las doce ciudades donde trabajaban niños minadores en el 2002, en el 2004 se destacan cuatro: Santo Domingo de los Colorados, Durán, Manta y Quito, donde 440 menores están involucrados en las labores de minado.