Las fuerzas de seguridad de Iraq allanaron una casa en esta ciudad sagrada chiíta el miércoles, con saldo de un supuesto insurgente y un policía muertos, dijeron fuentes policiales.
 
El tiroteo ocurrió luego de una explosión el domingo en el centro de la ciudad, que dejó 54 muertos y 142 heridos. Las autoridades dijeron el lunes que detuvieron a unos 50 sospechosos, entre ellos un ciudadano de un país árabe.
 
La policía informó haber detenido a otros cuatro supuestos militantes el miércoles, luego de allanar su escondite. Los cuatro son wajabis, seguidores de una rama austera del islam sunita, que se practica principalmente en Arabia Saudí.
 
Los wajabis tendrían influencia en los militantes que libran desde hace 17 meses una lucha contra las fuerzas de coalición internacionales y el gobierno interino instalado por Estados Unidos.