La avioneta fue fabricada en 1982, tenía 2.000 horas de vuelo y le quedaba el 25% de vida útil, según directivos de la compañía aérea Arica.

“Estamos felices de que todo haya salido bien y los que viajaban en la avioneta estén sin rasguños”, afirmó Javier Pérez, gerente de la compañía Arica, dueña de la aeronave Partenavia que se accidentó el pasado lunes frente a la costa de la isla Isabela cuando cubría la ruta Baltra-Puerto Villamil, en Galápagos.

El ejecutivo destacó la pericia del piloto, capitán Ángel Velasco, quien en el momento en que se produjo la emergencia logró amarizar la avioneta y poner a salvo al único pasajero –identificado con el apellido Rubio– que viajaba a Puerto Villamil y mantener la calma cuando estuvieron más de cuatro horas a la deriva hasta que fueron rescatados.

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El piloto llegó a Guayaquil ayer a las 10h30 desde Galápagos a bordo de una aeronave de la compañía Saéreo. Los directivos de Arica lo recibieron en el aeropuerto Simón Bolívar y luego fue llevado a una clínica de la ciudad para que reciba atención médica.

Se conoció que el pasajero no presentaba problemas físicos pero que se quedó en Isabela, sitio de su residencia, en donde también fue sometido a chequeos médicos.

Según Pérez, Velasco partió de Baltra a las 12h00 (13h00 hora continental) con el citado pasajero hacia Puerto Villamil, en la isla Isabela. Transcurridos 22 minutos de vuelo, reportó a la torre de control del puerto de destino que se  encontraba en emergencia y de allí no hubo más contacto.

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Bote salvavidas
Refirió Pérez que Velasco amarizó la aeronave a unas 10 millas  al noreste de Puerto Villamil. Salió del aparato con el pasajero y utilizó el bote salvavidas en los que se embarcaron hasta esperar la ayuda.

Mientras permanecían a la deriva, la avioneta lentamente se fue hundiendo. Los  minutos y las horas parecían eternas y en la inmensidad del mar tanto el piloto como el pasajero trataban de mantener la calma. Así, hasta las 17h00, en que un grupo de pescadores los encontró a 4 millas del sitio donde ocurrió el percance,  ya que fueron movidos por la corriente.

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Édgar Navas, jefe del aeropuerto de Baltra, dijo que en la búsqueda participaron una avioneta del Parque Nacional Galápagos, otra de la compañía Emetebe y un helicóptero del Programa  de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) al servicio del Parque Nacional Galápagos, así como decenas de embarcaciones de pescadores y de turismo.

“Fue una lancha la que los localizó. Las avionetas y el helicóptero no pudieron hacer nada porque había mal tiempo. Si pasaba una media hora más, otra hubiera sido la suerte de los náufragos”, mencionó el jefe de aeropuerto.

El gerente de la compañía recalcó que el piloto posee amplia experiencia, pues tiene cerca de 6.000 horas de vuelo y es conocedor de la ruta, incluso ha volado por tres años en Galápagos y su capacidad de reaccionar en momentos críticos quedó demostrada durante el percance.

En cuanto al accidente,  dijo que por el momento no se pueden establecer las causas con precisión, pero que técnicos de la Dirección de Aviación Civil (DAC) ya iniciaron las investigaciones y en dos semanas tendrán listo un informe.

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