El juez Baltasar Garzón interroga este martes a cuatro marroquíes detenidos el viernes en las islas Canarias sospechosos de  estar implicados en los atentados islamistas de Casablanca en 2003 y de Madrid  en 2004, dijeron fuentes judiciales.
 
Los cuatro presuntos miembros del Grupo islámico de los combatientes de  Marruecos (GICM) fueron trasladados por la mañana a la Audiencia Nacional,  máxima instancia penal española, donde Garzón debía interrogarlos sobre el  atentado que causó 45 muertos en mayo del 2003 en Casablanca.
 
El GICM, creado por los ex combatientes marroquíes en Afganistán y que  reivindicó los atentados de Casablanca, forma parte de la red Al Qaida.
 
El juez Juan del Olmo, que dirige la investigación sobre los atentados del  11 de marzo en Madrid que causaron 191 muertos, escuchará luego a uno de esos  sospechosos, Hassan el Haski, presunto líder del GICM en Europa, sobre su  implicación en esos ataques.
 
Según alguna prensa española, Hassan el Haski, de 41 años, también estaría  implicado en el asesinato, el 2 de noviembre en Holanda, del cineasta holandés  Théo Van Gogh.
 
El Haski aparece citado como miembro del GICM en una orden de captura hecha  pública el 16 de noviembre por el juez Garzón en relación al asesinato de Van  Gogh pero con un nombre diferente: Lahoussine.
 
Los otros tres sospechosos interpelados este martes fueron identificados  como Ali Fahimi, 31 años, Abdala Mourib, 36, y Brahim Atia El Hammouchi, 40.
 
La detención el viernes en la isla de Lanzarote (Canarias) de esta presunta  célula islamista radical es la primer operación conjunta llevada a cabo por los  jueces Olmo y Garzón.
 
Garzón instruyó desde 2001 en España varios procesos contra grupos de la  órbita Al Qaeda, especialmente sobre la preparación de los atentados del 11 de  septiembre 2001 en Estados Unidos.