Por herir sentimientos religiosos, la justicia decidió el cierre de una muestra del controvertido artista plástico argentino León Ferrari.

La jueza Elena Liberatori dispuso esa medida debido a un pedido de la asociación religiosa Cristo Sacerdote.

Ferrari, de 84 años, no hizo declaraciones. Sus obras combinan íconos del cristianismo con símbolos militares, escenas eróticas u escatológicas, y al que la Iglesia y grupos católicos extremos acusaron de   blasfemo.

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La piezas que más rechazo causaron  son un frasco de vidrio lleno de preservativos con una foto de Juan Pablo II titulada Homenaje al preservativo. O  réplicas en óleo del Juicio final,  de Miguel Ángel, bañadas en excremento de pájaros.