En la cooperativa Unión de Bananeros, del Guasmo Central, el fútbol forma parte importante del ambiente social.

Cada domingo, la charla, la cerveza y los partidos por televisión se combinan. En las casas, bares, tiendas, incluso esquinas donde se colocan televisores se reúnen aficionados, en su mayoría hinchas del  Barcelona, para ver juegos del torneo nacional.

Ayer, la tristeza por la derrota de los toreros se mezclaba con la ira: “Este será el último juego que veremos por televisión normal”, dijo Manolo López a sus vecinos, que observaron el encuentro entre albos y canarios, sentados afuera de la tienda de Miguel Bricio.

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López y  cuatro amigos del barrio no están de acuerdo con la decisión de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) de restringir para el 2005 la transmisión de los encuentros del campeonato nacional y pasarlos por cable.

“¡Hay que pagar! Si tuviera dinero no lo haría, porque soy gente del pueblo. Hay que tomar represalias por esto”, comentó López.

El bar El Descanso de los Ídolos también juntó ayer a hinchas que cada domingo toman cervezas para disfrutar del fútbol por televisión.

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Uno de ellos, Jaime Espinoza,  transportista que alquila un apartamento en Unión de Bananeros para vivir con su esposa e hija, indicó que no entiende bien lo del proyecto del Canal del Fútbol. Pero sí está seguro que no puede destinar 10 dólares de los 140 dólares de su ingreso base mensual,  para adquirir el servicio.

Otro cliente del mismo lugar, Christian Severino, expresó que sí tiene TV Cable en casa, pero  casi no hace uso del servicio pago por ver, porque “prefiero irme al estadio o ver el fútbol por señal de televisión abierta”.

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La parada de la línea 31 de buses también es un sitio de reunión de fanáticos del fútbol. En la mitad de la vereda se coloca un televisor que cubren con cartones para que no refleje el sol en la pantalla. “Siempre vemos el fútbol con los panas. Pasan y se van quedando. Pero si los van a transmitir en cable, la gente se va a abrir. Ya no habrá interés. Los que podrán pagar se quedarán en  casa y los que no, se enterarán después por otros medios”, comentó Jorge Coppiano, que considera que el torneo nacional no es tan bueno como para “pagar por ver”.