Creer en Dios es entregarnos a Dios, ponernos a su disposición

1.- El mensaje de la Palabra de Dios

En la anunciación a José se hace una completa presentación de Jesús, afirmando su origen divino: viene del Espíritu Santo.

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Su nombre define su misión: Jesús, que significa Dios salva, salvará a su pueblo.

Jesús entra en la descendencia de David y de Abraham gracias a la actitud obediente de José, que aparece como modelo de fe.

Con la aparición de Jesús, el Dios con nosotros, Dios irrumpe en nuestra historia.

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2.- ¿Qué compromiso nos pide el Señor?

Asumir nuestros problemas personales a la luz de la fe, como lo hizo José.

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La Sagrada Familia  sí tuvo problemas. Frente al embarazo de María, José no sabe qué hacer: no la considera culpable ni la acusa. Busca una salida para no interferir en los planes de Dios.

Y lo que no alcanza a entender humanamente se lo revela el Señor a nivel de fe.
Tiene que dejar a un lado su proyecto para acoger el de Dios: el hijo que espera María es obra del Espíritu Santo y necesita a José como padre legal.

La disponibilidad de José a la llamada de Dios es admirable: “Cuando se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel”.

¿Afrontamos nosotros los problemas familiares a la luz de la fe como José?

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Los matrimonios sin problemas no existen en la vida real. Lo importante es saber afrontar los problemas y buscar juntos la solución poniendo cada uno su parte.

El consejero matrimonial o el psicólogo son imprescindibles a veces; pero lo es también la actitud de fe: reconocer nuestra culpabilidad, pedir disculpas y disculpar, y sobre todo comprometerse a cambiar.