El presidente colombiano, Álvaro Uribe, dijo ayer que el plazo para la extradición de Simón Trinidad, dirigente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), vencerá el próximo 31 de diciembre y que hasta esa fecha su gobierno deberá cumplir  requisitos exigidos por la ley.

Uribe autorizó el viernes la extradición a EE.UU. de Trinidad, cuyo verdadero nombre es Juvenal Ovidio Ricardo Palmera y que fue capturado en Ecuador en enero del presente año, para ser juzgado por narcotráfico, pero anunció que podría revocarla si las FARC liberan a 63 secuestrados.

Familiares de secuestrados por las FARC, entre ellos los de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, han dicho que con la actitud del gobierno la guerrilla seguramente endurecerá su posición sobre un intercambio humanitario de guerrilleros presos por los secuestrados.

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Óscar Silva, abogado de Trinidad, anunció un recurso de reposición a la extradición y acusó al gobierno de un trato diferencial entre las FARC y los paramilitares.

Ayer, unos 550 combatientes paramilitares del Bloque Calima de las Autodefensas Unidas de Colombia, acusados de más de 400 homicidios en el Valle del Cauca, depusieron las armas, en la quinta desmolivización masiva en menos de un mes.