El sacerdote católico brasileño Alfieri Eduardo Bompani, de 60 años de edad, fue condenado a 93 años de cárcel por abuso sexual de menores y adolescentes, en una sentencia emitida el viernes por un juez del estado de Sao Paulo y divulgada este sábado.
Aunque la condena contra el sacerdote es la más alta jamás dictada en un juicio de este naturaleza en el país, en la práctica no podrá ser aplicada dado que la máxima pena que contempla la ley brasileña es de 30 años de prisión.
La sentencia del juez Marcelo Siqueira, del segundo juzgado criminal de la ciudad de Sorocaba (Sao Paulo), se basó en denuncias de cinco de las 14 víctimas que denunciaron ante la policía haber sufrido abusos sexuales cometidos por el sacerdote.
Además de los testimonios de los jóvenes, el juez tomó como prueba de del delito dos cuadernos con anotaciones de puño y letra del sacerdote en las que este relataba las relaciones sostenidas con los jóvenes, informaron medios de prensa locales.
De acuerdo con lo trascendido de la investigación, partes de los textos estaban escritas con símbolos codificados, que los investigadores lograron descifrar.
Según el jefe investigador del caso, José Julio Lozano, el sacerdote venía cometiendo los abuses sexuales contra menores y adolescentes desde hacía quince años, aprovechado que también dirigía un albergue para niños pobres.
El sacerdote ya había sido separado de su actividad religiosa desde principios del 2002 cuando se conocieron las primeras denuncias en su contra, por las cuales inicialmente fue detenido en abril de ese año, aunque posteriormente fue liberado.
En noviembre del año pasado fue nuevamente detenido debido a nuevas denuncias y testimonios más contundentes que permitieron iniciar el juicio.