Los secuestradores del autobús cerca de Atenas, que terminó la madrugada de ayer con la liberación de los rehenes, eran  albaneses de unos cuarenta años, pero no se detectó que tengan vínculos con el terrorismo.

María Bossi, especialista griega en terrorismo, dijo que los sujetos no son “manifiestamente terroristas ni miembros del crimen organizado” porque no parecen “profesionales” sino “desesperados”.

El ministro de Orden Público griego, Yorgos Vulgarakis, declaró que el fin del secuestro de 23 pasajeros del autobús interurbano sin derramamiento de sangre fue "un éxito de la policía griega y que los objetivos de los dos secuestradores albaneses era el robo. 

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Los dos hombres amenazaron con hacer estallar el  vehículo si no se les entregaba un millón de euros (1,3 millones de dólares) y se les permitía abandonar el país.