La policía realizó este viernes una masiva operación en ocho favelas de Río de Janeiro, en el marco de su combate al narcotráfico y el crimen organizado, con un saldo de un agente y un sospechoso muertos, dijo un oficial.
 
En la operación, que comenzó antes del amanecer, participaron más de 1.500 efectivos, fueron arrestados tres sospechosos y se incautaron tres armas y una granada, dijo a la prensa el comandante del Batallón de Policía de Choque, Romilton de Souza Correa.
 
Los policías, fuertemente armados y apoyados por dos helicópteros, incursionaron durante seis horas en ocho favelas -como se llama en Brasil a los asentamientos precarios- incluyendo la mayor de la ciudad, Rocinha, enclavada en una colina de la zona sur y con al menos 150.000 moradores.
 
"Hubo un tiroteo intenso en Rocinha, en Leopodina y en Santa Cruz. Estoy satisfecho con el resultado de la operación, pero infelizmente tuvimos la muerte de un policía en la acción", dijo Souza Correa.
 
La acción de corte militar fue típica de los operativos de la policía en muchas de las 600 favelas de Río de Janeiro, en gran parte de las cuales las bandas de narcotraficantes imponen su ley ante la ausencia de una presencia permanente de las autoridades.
 
"No podemos dar tregua a los traficantes y vamos al enfrentamiento, haciendo prevalecer el imperio de la ley, duela a quien duela", dijo el secretario de Seguridad Pública del estado de Río de Janeiro, Marcelo Itabiba.
 
El funcinario, en declaraciones difundidas en el sitio de Internet de la secretaría, agregó que la acción fue planeada cuidadosamente para evitar "poner en riesgo a los moradores de las comunidades carentes oprimidos por los traficantes".
 
Las favelas de Río de Janeiro, una de las ciudades más violentas del mundo, están habitadas mayormente por trabajadores de bajos ingresos, pero son escenario de constantes choques de bandas rivales entre sí y en enfrentamientos con la policía.
 
Los tiroteos dejan frecuentemente víctimas inocentes y organismos defensores de los derechos humanos acusan a la policía de excesos y aún de ejecutar a sospechosos. Las autoridades lo niegan.
 
Las organizaciones no gubernamentales, dijo el secretario Itabiba, "tratan como civiles muertos por la policía a los 1.200 bandidos fuertemente armados que afrontaban a la población y murieron en choques con las fuerzas de seguridad el año pasado".
 
El comandante Souza Correa dijo que en la operación en búsqueda de presuntos narcotraficantes identificados, se usaron avanzados sistemas de inteligencia, incluyendo fotos de las favelas tomadas por satélite.
 
Las operaciones contra las redes del narcotráfico continuarán, agregó, aunque posiblemente con menos hombres de los del viernes, cuando se operó en áreas "consideradas de alto riesgo".