La fila de ecuatorianos, colombianos, peruanos y dominicanos crece conforme avanza la mañana en un local del centro de París.
Sonrientes, todos ellos esperan su turno para enviar a sus familias, a las que no ven desde hace años, un puñado de euros que les ayuden a pasar una feliz Navidad.
La cantidad máxima autorizada para una misma persona es 7.600 euros (9.880 dólares) por mes y si se efectúa un envío superior a 3.000 euros (3.900 dólares) hay que justificar de dónde proceden.
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“Para cantidades inferiores no pedimos ningún documento. Sabemos que muchas de estas personas no tienen papeles y han trabajado duro y honestamente para enviar a sus familias 200 dólares”, dijo la peruana Patricia Prado, una de las responsables del local.
“Enviamos el dinero a Quito porque para nuestra familia somos la esperanza”, dijo un ecuatoriano.
Los servicios ofrecidos por estos establecimientos varían y las comisiones dependen de la fiabilidad y la rapidez.