Los juegos culminaron ayer en la pista atlética Los Chasquis, de la capital.

Kevin Xavier Mejía tiene 10 años, es de Puyo y fue uno de los representantes de la provincia de Pastaza en la XIII edición de Olimpiadas Especiales, que concluyó ayer con un programa efectuado en la pista atlética Los Chasquis.

Kevin se convirtió en uno de los protagonistas del certamen deportivo, no solo por su sagacidad en las competencias atléticas, sino porque es un niño extrovertido que se ganó el cariño de quienes asistieron a los cinco días del torneo.

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Incluso estuvo en otros escenarios fuera de su especialidad, donde tuvo contacto con aficionados, policías y otros compañeros participantes. “Me gusta correr, porque la gente me aplaude”, expresó Kevin Mejía en la culminación de las Olimpiadas 2004.

Al igual que Kevin, los demás deportistas también llenaron de alegría el certamen. Ternura y esfuerzo fueron las características que contagiaron estos atletas, que son un emblema de valentía y ejemplo para quienes incluso no tienen incapacidad física.

“Paso junto a mi hijo porque me inyecta su amor y pasión por el deporte”, expresó orgullosa Eloísa Ortiz, madre del atleta especial de Guayas, Carlitos Rafael Mena, quien ganó cuatro medallas en las pruebas atléticas.

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Lazos de amistad
La delegación guayasense tuvo más medallas en la disciplina de atletismo, con cinco preseas doradas, cinco de plata y una de bronce; sin embargo, el certamen, más que una competencia se convirtió en un lazo de amistad. “Te hacen pasar lindos momentos con la ternura que emanan”, señaló Janina Flores, voluntaria en el evento deportivo.

Las competencias se desarrollaron en los escenarios pista Los Chasquis, piscina Jipijapa, canchas de tenis de la Concentración Deportiva de Pichincha, velódromo José Luis Recalde, campo de fútbol de salón del Colegio Militar y coliseo Los Quitus, donde se efectuaron las competencias de baloncesto, cuya presea dorada se adjudicó el representativo de El Oro.

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“El mejor triunfo es su sonrisa, porque se divierten y sienten aún más el deporte que los profesionales”, explicó Mireya Sacco, voluntaria orense, que trabaja junto a niños especiales hace 18 años.

Los equipos de Guayas, Azuay y Esmeraldas lideraron las posiciones. Participaron 1.100 deportistas de las 22 provincias ecuatorianas. “No se recibe ningún centavo, pero la alegría de ellos es la mejor paga”, comentó Fanny Maya, directora de la delegación guayasense, que contó con 65 deportistas, 13 entrenadores y 7 voluntarios.

En la ceremonia de clausura se presentó un espectáculo de gimnasia de doble esfuerzo de la Escuela Superior de Policía y canes amaestrados de la Policía Nacional, donde también tienen un proyecto de canoterapia con niños especiales, indicó el coordinador, Danny Ortega.

Las XIII Olimpiadas Especiales terminaron con un helicóptero que bajó a la pista Los Chasquis, del que salieron niños de El Oro portando la bandera del evento.

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PEQUEÑOS

A la  ceremonia de clausura asistieron más de 1.000 personas, entre aficionados y familiares.

Se entregaron  medallas a todos los deportistas participantes, en los distintos deportes que se practicaron.

La delegación  de Pastaza brilló en atletismo con diez preseas doradas, seguida por la representación azuaya, con nueve medallas de oro.

El pasado  martes se efectuó una serenata como homenaje a los atletas especiales en la plaza de toros Belmonte.

Los Juegos  Nacionales se enmarcan dentro de la celebración de las bodas de plata de la Fundación Olimpiadas Especiales. Los próximos juegos serán en Manabí 2006.