Los últimos seis rehenes que mantenían cautivos los dos secuestradores de un autobús, en un suburbio de Atenas, abandonaron ayer el vehículo y ambos hombres se rindieron, dijo una portavoz policial.

Cientos de agentes policiales, francotiradores con uniforme camuflado y efectivos de las fuerzas especiales habían tomado posiciones alrededor del vehículo, después que una de las mujeres que viajaba en el autobús y que fue liberada por sus captores señaló que los asaltantes tenían explosivos.