Los miembros de las sociedad de vida apostólica de los Misioneros Identes, que buscan la conciliación entre fe y razón, se disponen a iniciar una nueva etapa tras la muerte de su fundador, Fernando Rielo, el martes pasado en Nueva York.
 
Así lo expresó ayer el superior general de la sociedad, Luis Casasús Latorre, al señalar que “en los últimos tiempos las circunstancias han hecho que nos enfrentemos a más importantes desafíos y misiones”.
 
“Nosotros queremos ver un nexo claro y directo entre el hecho de que el Vaticano procediera a darnos un reconocimiento nuevo y el fallecimiento de nuestro fundador”, afirmó Casasús, doctor en Matemáticas.

Casasús participó como jurado en el XXIV Premio Mundial de Poesía Mística que se efectuó la noche del martes en Loja.
 
Organizado por la Universidad Técnica Particular de Loja, el premio de este año recayó en el obispo auxiliar de Abancay (Perú) por su obra Vía Lucis.

Publicidad

Pocas semanas antes de la muerte de Fernando Rielo, a los 81 años, la jerarquía eclesiástica católica convirtió a la hasta entonces Asociación de fieles, fundada en 1959, en la Sociedad de Vida Apostólica de los Misioneros y Misioneras Identes.
 
Presente en 27 países, y con unos 500 miembros de vida en común, los misioneros identes reciben este nombre porque basan su apostolado en las palabras de Cristo a sus discípulos: “Id y predicad mi obra”.
 
Según Casasús, “además de los tres votos de pobreza, obediencia y castidad, nosotros formulamos el voto de cátedra, que nos compromete a difundir el magisterio de la Iglesia”.
 
En otros campos
“No se trata de una actitud defensiva, ya que nos esforzamos en contribuir a la investigación y al progreso de las diversas áreas científicas y pedagógicas”, destacó.
 
“Buscamos un diálogo auténtico y apologético con los intelectuales y con la ciencia, cada vez más necesario en el actual mundo cambiante en el que se registran novedades en campos como el de la biotecnología”, afirmó el superior de los misioneros identes.

Proyectos
Entre los proyectos de futuro de la asociación, Casasús citó el de “mejorar aún más la formación de nuevos misioneros en Asia, particularmente en la India, Tailandia y Filipinas, y en países africanos como Camerún y Chad”.