Más de dos mil personas marcharon ayer por la tarde en contra de la reestructuración de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), a través de una resolución del Congreso gestionada por una mayoría legislativa afín al Gobierno.

Con la proclama de que “Los Bucaram no volverán” y con un muñeco vestido de militar, que representaba al presidente de la República, coronel Lucio Gutiérrez, la marcha partió a las 15h00 desde la matriz del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social hacia el Congreso e intentó llegar hasta Carondelet, pero un cordón policial los detuvo antes de la Plaza de la Independencia y los reprimió con bombas lacrimógenas.

Los manifestantes eran de organizaciones como el Foro Urbano, Ruptura 25, universitarios, trabajadores de las cámaras de Comercio, del sector petrolero y eléctrico.

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También participaron el presidente del Congreso, Guillermo Landázuri, y los diputados Wilfrido Lucero y Carlos González, los tres de la Izquierda Democrática.

Los militantes de Pachakutik, Augusto Barrera, Virgilio Hernández y Antonio Ricaurte, vicealcalde de Quito, lideraron la manifestación.

La propuesta de la oposición, según Barrera, es que se convoque a un Congreso Extraordinario para reglamentar el proceso de cooptación para elegir a los jueces de la CSJ.

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En la mañana, en cambio, el subsecretario del Ministerio de Bienestar Social (MBS), Bolívar González, organizó una marcha a favor del régimen, que cuesta 6 mil dólares que pagará de su bolsillo, según aseveró. Alrededor de 800 indígenas de Cotopaxi, Tungurahua, Pichincha e Imbabura llegaron desde el lunes para participar en el acto.

Los funcionarios del MBS organizaron ayer a los indígenas, les entregaron carteles con leyendas que decían “Borja, ladrón de corbata”, “León, la patria le denigra” y luego los formaron en filas de seis. Fueron hacia el Congreso y terminaron el recorrido en Carondelet, a las 12h30.

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María de Rubinataco, oriunda de Salcedo, justificó su presencia por una casa. “Nos dijeron que si salíamos a pedir casas nos iban a dar”, exclamó.

Pese a ello, González recalcó que todo es espontáneo. Después informó que el ministro Antonio Vargas “está organizando las bases para traer a la caballería (más gente) porque hay vientos de guerra”.