Se suponía que el “corredor vial” por la Av. de las Américas iba a constituir un factor importante para solucionar la congestión vehicular, especialmente por el retiro de los buses.

Sin embargo, luego de unos días de funcionamiento de esa vía se comprueba que: la congestión del tránsito se ha incrementado; el caos es inenarrable; la pavimentación de las vías laterales en la zona de Villalengua no se ha terminado, dificultando aún más el flujo vehicular; los buses continúan circulando en forma masiva con un grado de emisión de gases contaminantes cada vez mayor.

¿Se justifica una inversión tan grande en una obra, sobre todo considerando que muchos sectores del “corredor” quedan a pocas cuadras de la línea del trolebús?

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Magdalena García
Quito