En el Congreso de las nacionalidades shuar y achuar, del 8 al 10 de diciembre, participaron 295 hombres y 5 mujeres, lo que evidenció la escasa participación política de las féminas en esas culturas.

Mariana Suárez, profesora achuar, de 42 años, estuvo presente  en el acto y manifestó que las achuar deben acceder a la educación formal para tener un cambio de vida.

“La mujer achuar se dedica a la casa, bajo el mando de los hombres. Nunca hemos podido participar y necesitamos prepararnos. No vamos a vivir toda la vida cocinando y sirviendo chicha”, expresó la maestra, quien pudo asistir a la escuela y al colegio con el apoyo de una orden religiosa.

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En la cultura achuar, la poligamia es una práctica aceptada. En la medida de sus posibilidades económicas, un hombre puede escoger más de una esposa, aunque también hay la opción de vivir solo con una mujer.

Suárez piensa que la poligamia debe ser una práctica del pasado.

Destacó que algunas mujeres achuar dialogan con sus maridos y logran ser la única esposa, con lo que conviven en armonía.