Los escritores argentinos Patricio Pron y Martín Murphy ganaron ayer en París la 21ª edición del premio literario Juan Rulfo en las categorías de cuento y novela corta respectivamente, mientras que el mexicano Francisco Aguirre se proclamó vencedor en fotografía.
El premio fue otorgado por Radio Francia Internacional (RFI), el Instituto de México, el Instituto Cervantes, Unión Latina y la Casa de América Latina de París.
En total, se recibieron 6.718 candidaturas (435 de fotografía, 5.594 de cuento y 689 de novela corta), procedentes de América Latina, España, Francia, Estados Unidos y otros países.
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Murphy, que fue galardonado con 9.000 euros (11.700 dólares), se proclamó vencedor con su novela corta El encierro de Ojeda, que narra cómo un mediocre asistente de contabilidad descubre la magia de escribir.
Este proceso, marcado por un irremediable fatalismo, incluye el abandono de su esposa y la pérdida de su trabajo, hechos que el personaje asume como una auténtica liberación.
El cuento Es el realismo, del también argentino Pron, recibió el primer premio en esta categoría y 5.000 euros (6.500 dólares). La historia describe la vida de un joven escritor exiliado en París, las dificultades del mundo literario y la tentación de dejar de escribir.
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La obra Sombras largas, del mexicano Francisco Aguirre mereció el primer premio de fotografía, dotado con 2.000 euros (2.600 dólares).
Son paisajes que incitan a la contemplación, formaciones caprichosas esculpidas por el tiempo, cactos moribundos tendidos en el desierto, amantes impasibles esperando el fin de la tarde o personajes cómplices posando con orgullo delante de la cámara. Las imágenes serán expuestas en la Casa de América Latina de París y en un conocido cine de la capital francesa.
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Con motivo de la entrega de los prestigiosos premios Juan Rulfo, intelectuales mexicanos y franceses aprovecharon para manifestar su rechazo al posible cierre del Instituto de México en París por motivos presupuestarios.
En una carta abierta que sigue recibiendo apoyos, subrayan que esta institución ha contribuido al intercambio cultural, siempre vivaz, entre Francia y México y “ha demostrado durante 25 años la pertinencia de una continua presencia cultural mexicana en París”.
“Es sabido que México vela por la coherencia de su política cultural y sería lamentable que se viera obligado a renunciar de manera intempestiva a una de sus más prestigiosas vitrinas”, afirman.