Los dos guardias de la compañía Seguire S.A., quienes fueron abaleados la madrugada del sábado pasado, cuando custodiaban uno de los 40 puntos de Guayaquil considerados críticos, se recuperan en forma lenta, pero satisfactoria en la clínica Alcívar, al sur de la ciudad.

Nelly Villa Arias dijo ayer que su esposo, el guardia Samuel Parrales Álava, de 25 años, quien recibió un balazo en la parte baja de la espalda, se encuentra ya en habitación, pero que debe alimentarse por sondas, debido a la gravedad de la lesión que sufrió en los intestinos.

Al igual que Parrales, también resultó herido Gonzalo Montero Guamán, de 24 años, quien recibió dos disparos en el brazo derecho y uno en el izquierdo.

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El chaleco antibalas protegió a ambos celadores de recibir más disparos. Parrales tenía cuatro tiros en el chaleco, mientras que Montero presentó cinco.

El ataque se produjo entre las 24h00 del viernes y la 01h00 del sábado pasados, cuando ambos guardias resguardaban la esquina de José de Antepara y Argentina (paso a desnivel), sector considerado peligroso por los asaltos a viajeros y de tipo express, que generalmente ocurren en la zona.

Según Villa, quien iba a dejar comida a su esposo (el guardia Parrales), los disparos salieron desde un auto verde sin placas.