En tres aspectos concretos trabajarán los doce países que formaron la Comunidad Sudamericana el pasado jueves en Perú: la integración física, la integración energética y de comunicaciones, informó el viernes, el canciller Patricio Zuquilanda.

En los dos últimos puntos, las naciones intentarán establecer organizaciones sudamericanas.

Zuquilanda expresó que los países recibieron con satisfacción la propuesta del Ecuador de afrontar la deuda externa con una posición regional. El país más entusiasta fue Argentina, según el Canciller ecuatoriano.

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Uno de los logros más concretos fue la creación del Fondo de Emergencia Sudamericano, que servirá para atender a  las poblaciones más empobrecidas.

La primera reunión presidencial de la Comunidad Sudamericana será el próximo año en Brasil, en tanto Perú ejerce la Secretaría Pro Témpore.

Las naciones integrantes de la Comunidad son Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay, Venezuela y Ecuador.

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Esta comunidad tiene una población conjunta de 361 millones de habitantes, con un Producto Interno Bruto (PIB) de 973.000 millones de dólares.

Analistas internacionales consultados por la agencia Afp consideran que concretar los objetivos de la nueva Comunidad será todo un reto.

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El analista peruano Mirko Lauer dijo que “si de algo nos sirve el paradigma de  la Unión Europea es que las integraciones van de lo económico a lo político,  mientras que acá está la idea de que se debe comenzar con las buenas relaciones  de los presidentes, sin reconocer las profundas diferencias políticas y  económicas entre los países sudamericanos”.

Y esas diferencias existen en lo político (Chile y Bolivia no tienen  relaciones diplomáticas por un centenario litigio fronterizo) y en lo  económico, donde los distintos niveles de desarrollo generan dificultades en la  integración. 
 
Un ejemplo: al tiempo que la Comunidad Sudamericana se gestaba, Argentina reclamaba cláusulas  de salvaguardias para el comercio con Brasil, su socio en el Mercosur. 
 
Países como Uruguay han señalado que el avance de esta Comunidad debe hacerse  desde una convergencia de los dos grandes bloques de la región, el Mercosur  (Brasil, Uruguay, Argentina y Paraguay) y la Comunidad Andina de Naciones (Venezuela, Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia), a los que se suman Chile,  Surinam y Guyana.
 
“Lo que no veo es que se hayan completado los procesos de convergencia  entre la Comunidad Andina y el Mercosur, que son complejos y no han cuajado.  Han avanzado pero no se han perfeccionado”, afirmó el internacionalista peruano  Alejandro Deustua. 
 
Indicó que una de las complicaciones tiene que ver con las negociaciones  internas de los sudamericanos que son “complicadas pues no hay un formato  respetado de bloque a bloque. Se negocia uno con cuatro, cuatro más uno,  dependiendo de las circunstancias”. 
 
A eso se suma la posición de Chile, considerado un modelo exitoso en la  región, cuyo presidente, Ricardo Lagos, expresó en Cusco que su país tiene una  voluntad integradora, pero anotó que si la integración pasa por tener aranceles  externos comunes altos, ello “es muy difícil”, manifestó el analista.