La pareja se juró amor en medio de los bombardeos y se casó el 27 de noviembre pasado en Miami, EE.UU.

Una historia de amor protagonizan en Iraq la soldado ecuatoriana Jeimmy Martínez y el también soldado hawaiano Enesi Tuufuli, quienes tras cumplir sus sueños de unir sus vidas para siempre en matrimonio en Miami el 27 de noviembre pasado, retornaron a la zona de guerra.

Jeimmy, nacida en Guayaquil, emigró a la edad de 9 años a EE.UU. junto a su madre y hermanos. A los 19 ingresó a las Fuerzas Armadas de de ese país y fue asignada a la base militar en Alemania, aquí conoció a Enesi y juntos fueron llevados a Iraq.

“Cuando caen las bombas, uno piensa mucho en la vida y sobre la persona con la que uno sueña compartirla. Teniéndola ahí a mi lado, me di cuenta que era ella”, dijo Enesi al diario norteamericano El Nuevo Herald en Miami.

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Fue un sueño para todos. La boda preparada a última hora el 27 de noviembre pasado, estuvo pincelada de matices especiales de las dos culturas, la ecuatoriana y la hawaiana, y ambientada con  algarabía y entusiasmo de las dos familias.

Los contrayentes, la soldado ecuatoriana Jeimmy Martínez y el también soldado hawaiano, Enesi Tuufuli, llegaron días antes desde el campo de combates en Iraq a Miami para cumplir su sueño de unirse para siempre en matrimonio, rodeados de sus familiares.

Pero el júbilo se volvió tristeza cuando la mañana del domingo pasado, Jeimmy y Enesi se despidieron para partir a Iraq, al mismo lugar donde se prometieron amor eterno, en medio de la arena y el estallido de los bombardeos.

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Fue en esas condiciones donde surgió el romance. “Un amor puro y verdadero, diferente a una relación común en una ciudad”, expresó la madre de Jeimmy, Clara Cubillo de Jiménez, a quien una mezcla de sensaciones invadía sus sentidos. Alegría, tristeza y sobre todo orgullo dijo sentir la mujer vía telefónica la tarde del lunes pasado, desde su trabajo en un restaurante en Miami, adonde emigró junto a sus tres hijos, hace doce años.

Una nostalgia lejana dejó oír su voz al otro lado del teléfono, al recordar los días transcurridos en su vivienda en la ciudadela Atarazana, en Guayaquil, de donde salió a Miami con sus hijos en busca de mejores oportunidades.

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Jeimmy, la mayor de los tres hermanos, siempre fue una joven trabajadora, talentosa y emprendedora, además, mejor amiga y compañera. Estudiaba en el Miami Dade Comunity College, de 08h30 a 16h30, y trabajaba en una agencia de seguros, de 17h30 a 22h30, dijo la madre.

Mientras estudió, Jeimmy se interesó por la vida militar y a los 19 años se enroló en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, en donde a los tres meses de entrenamiento y tras escoger la especialidad de mecánica de generadores eléctricos, rama en la cual obtuvo mejores calificaciones, pasó a la base militar de Schweinfurt, en Alemania. Aquí se destacó por su trabajo y ganó en dos ocasiones el reconocimiento como mejor soldado del mes.

Fue en ese país, en donde Jeimmy conoció a Enesi, hace un año y medio.

Clara dijo que ambos estaban en la misma unidad, el Batallón 299 de la Primera División de Infantería, ella era mecánica de generadores y Enesi arreglaba armas.

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A inicios de este año ambos pasaron a un cuartel militar en Bagdad, donde Jeimmy no tiene horario de trabajo y puede ser llamada en cualquier momento de emergencia. Fue ahí donde creció el amor.

“Cuando caen las bombas, uno piensa mucho en la vida y sobre la persona con la que uno sueña compartirla. Teniéndola ahí a mi lado, me di cuenta que era ella”, expresó Enesi al diario El Nuevo Herald en Miami.

Clara dijo que Jeimmy le comentó vía telefónica, hace tres meses sobre el noviazgo con el soldado hawaiano y la noticia la sorprendió, pero no se imaginó que dos meses después la llamaría para anunciarle su deseo de contraer matrimonio el mes siguiente.

Contó que apenas tuvo tiempo para los preparativos de la ceremonia que se realizó en el patio de su casa en Miami, en donde vive con su esposo de origen cubano, Pedro Jiménez, quien le ayudó en la legalización de sus documentos, y sus hijos Andrés, de 20 años, y José, de 14, quien también, tras obtener una beca, estudia en la Escuela de Aviación.

Emocionada recordó que los padres de Enesi, desde Kalihi en Hawai, en donde viven, llevaron collares de orquídeas, chocolates y regalos tradicionales, mientras, María, una de sus tres hermanas que aún vive en Ecuador, llevó recuerdos de su tierra natal.

El próximo 14 de febrero Jeimmy cumplirá cuatro años en la base de Alemania, a la cual pertenece. A partir de esa fecha -junto a Enesi- pasará a la base en Hawai por otros cuatro años.

Aunque esa noticia alegró a Clara, dijo que eso no garantiza que vayan a permanecer ahí porque pueden ser requeridos en Iraq cuando los necesiten.