Ocupo el tiempo en preparar la duodécima edición de mi Antología básica del cuento ecuatoriano. Pero acabo de leer  El código  Da Vinci, de Dan Brown. Es un libro muy interesante, producto de la investigación,  unas cosas, y otras de la imaginación del autor.

Cualquier persona que lo lea podría sostener que la iglesia es una gran farsa, que hay muchas cosas que se ocultaron porque le convenía a la religión. La novela tiene más de 500 páginas, pero es muy emocionante. Yo respeto, admito algunas cosas, pero no las acepto en su totalidad, no quiero dejar de creer en un ser supremo absoluto.

También leí El evangelio según Jesucristo, de José Saramago, que es maravilloso porque humaniza a los personajes bíblicos. Hice un paréntesis para leerlos, porque mi antología me entretiene, me atrapa, es mi amante de papel.

Publicidad

*Escritora ecuatoriana