Por lo menos 15 personas murieron y unas 58 resultaron heridas este domingo cuando una potente explosión estremeció un mercado repleto de gente que realizaba las compras navideñas en el sur de Filipinas, dijeron fuentes militares.
 
Una bomba de fabricación casera o una granada oculta en una caja estalló en la sección de carnicería del mercado en la ciudad General Santos, donde las autoridades intensificaron de inmediato las medidas de seguridad.
 
Se trata de un atentado terrorista por donde se mire, manifestó el senador Richard Gordon, que dirige la Cruz Roja Filipina, a la estación de televisión ABS-CBN. Criticó a los militares y a la policía por no haber tomado medidas para impedir el atentado pese a que había información del servicio de inteligencia de que se planeaba una acción terrorista en la ciudad.
 
He recibido informes de algunos de mis empleados que dicen que ellos sabían que había un plan para ejecutar esto, pero igual sucedió, dijo Gordon.   Necesitan incrementar su espionaje y su vigilancia en lugares que deberían estar resguardados.
 
El funcionario instó a los comités de la Cruz Roja de provincias cercanas a que donen sangre para los heridos.
 
La presidenta Gloria Macapagal Arroyo condenó enérgicamente el ataque, señalando que no había manera de justificar   esta acción abyecta después de un período de calma en General Santos, una bulliciosa ciudad portuaria situada a 1.000 kilómetros al sur de la capital, Manila.
 
Tres personas murieron instantáneamente al producirse la explosión. Ocho más murieron más tarde en los hospitales, dijo a The Associated Press el investigador policial, capitán Máximo Sebastián, entrevistado por teléfono.
 
El mercado estaba repleto de gente porque había puestos que vendían mercancías baratas en ocasión de la Navidad. La explosión fue poderosa, dijo Sebastián.
 
La policía acordonó el área ante el temor de que hubiera más explosivos en el mercado, informó la radio local.
 
El coronel del ejército, Medardo Geslani, quien encabeza una fuerza regional de combate al terrorismo, dijo que ninguna milicia se ha atribuido la responsabilidad, y que no está claro si algún grupo extremista estuvo involucrado.
 
Pese a una ofensiva militar y policial, los milicianos musulmanes han perpetrado varios atentados y tienen presencia en General Santos.
 
En el 2002, una bomba destruyó un centro comercial en General Santos, y murieron 14 personas en un atentado que las autoridades atribuyeron al grupo musulmán extremista Abu Sayaf y al grupo separatista Frente Moro de Liberación Islámica. Algunos de los arrestados en esa ocasión fueron sentenciados por homicidio múltiple.