Con la nueva moda de la liberación femenina surgen cambios radicales en el comportamiento de las mujeres: muchas hemos creído que debemos igualar al hombre y otras ni siquiera han oído hablar de autoestima y prefieren seguir sumisas y complacientes, mas no felices.

Lo que debemos hacer es lo que queremos, con limitaciones que nazcan de nuestra nutrición moral. No permitamos que ningún egoísta con careta de “te amo” nos ponga obstáculos para nuestra realización como mujeres activas en todos los aspectos.

Pensemos que el hombre que en realidad nos ama nos apoya, aunque no esté de acuerdo y se convierte en nuestro compañero de lucha. El que se la juega por ti, y no contigo. Yo creo en el amor no solo como un sentimiento de dos, sino más bien como una decisión que se toma con el alma, con la mente y con los sentidos y que solo será genuina cuando sea recíproca en todos sus aspectos. Y cuando creamos haberla encontrado y se termine y la vida se nos vaya por eso, pensemos: “Ese que se fue no era el indicado”. Algún día me darás la razón.

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* 19 años, estudiante de Mercadotecnia.