El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se comprometió ayer a atender las quejas que los soldados desplazados en Iraq presentaron ante el jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, por la falta de equipo adecuado.

“Si me enviaran al exterior deseando defender mi país, querría plantearle  al secretario de Defensa las mismas preguntas para saber si aportó el mejor  equipamiento posible”, declaró a la prensa. “Y eso es lo que merecen”, agregó Bush.

“Se va a hacer frente a las preocupaciones expresadas” porque “queremos que nuestras tropas tengan el mejor equipo posible”, aseguró el presidente, en un claro intento de acallar las críticas suscitadas a raíz de la protesta pública realizada por las tropas estadounidenses.

Publicidad

Soldados estadounidenses que esperan en Kuwait la orden de entrar a Iraq,  se quejaron el miércoles pasado ante el secretario de Defensa Donald Rumsfeld por la  falta de vseguridad y la extensión de la duración de su misión.

“Nuestros vehículos no son blindados. Recuperamos trozos de hierro y de  vidrios blindados para proteger los vehículos antes de ir a combatir”, se quejó  entre aplausos uno de los soldados.

Rumsfel respondió: “Como ustedes saben, se va a la guerra con el ejército  que se dispone y no con el que desearíamos tener”.

Publicidad

Equipos en Washington han estado trabajando durante meses para encontrar la forma de proteger mejor a las fuerzas de las bombas  y otros explosivos, dijo el funcionario.

En tanto, en Iraq, el bloque electoral más poderoso  reveló ayer su lista de candidatos para las elecciones de enero con la que hará frente a la minoría de musulmanes sunitas que ha dicho que la votación  será opacada por la violencia.

Publicidad

La coalición de 22 partidos y grupos, denominada Alianza Unida Iraquí (AUI), incluye a líderes de la oprimida mayoría chiita en el país (60% de la población). Formada bajo el auspicio del clérigo más influyente en Iraq, el ayatola Alí al-Sistani,  también involucra a personalidades de otros grupos étnicos y sectarios.