Los presos de una de las cárceles mayores de Ecuador liberaron este viernes a unas 200 personas, entre ellas varias mujeres y niños, retenidas en el centro para presionar por cambios en el presidio y reformas para reducir sus penas, lo que las autoridades prometieron analizar.
 
Sin embargo, los reos anunciaron que la salida de los rehenes es apenas una tregua y que a partir del lunes realizarán una huelga de hambre a la que se sumarán los internos de otras penitenciarias para presionar por una respuesta a sus pedidos.
 
Los presos del penal García Moreno, situado en el centro de Quito y a escasas cuadras del Palacio Presidencial, retuvieron a sus familiares dentro de las instalaciones desde el miércoles, en su gran mayoría por la fuerza, para exigir cambios en el sistema penitenciario de Ecuador.
 
Un número no determinado de las personas retenidas y liberadas posteriormente apoyaba las demandas de los reos, que exigen medidas concretas para disminuir el hacinamiento en las cárceles del país y reducir sus condenas.
 
"Anunciamos que el día lunes todos los internos del país estaremos en huelga de hambre para que así como se tratan los problemas políticos se traten los problemas sociales y, principalmente, los penitenciarios", dijo el representante de los prisioneros, Carlos Grueso.
 
Las 33 cárceles de Ecuador, criticadas por organismos de derechos humanos debido a sus pobres condiciones sanitarias y de hacinamiento, albergan a unos 11.000 reclusos, lo que casi dobla su capacidad real de alojamiento.
 
La situación que se vive en las cárceles ha desatado a lo largo de este año una serie de protestas, que han incluido automutilaciones y la toma regular de rehenes, en medio del repudio de la población, que exige mano dura para frenar la creciente actividad delictiva.