En la noche y envueltos en el frío de Quito, más de 3.000 colombianos residentes en la capital celebraron el martes en privado su “noche de velas”, en el Centro de Exposiciones Quito.

La reunión fue convocada a las 19h00 por la Asociación de Colombianos Residentes en el Ecuador (Acore), pero la lluvia conspiró con el inicio puntual del evento; sin embargo, pasadas las 20h00 la tribuna estaba casi llena.

Ingresaban solos, en pareja, con los hijos, con los nietos. Algunos tenían menos de cuatro meses, otros llevaban hasta 30 años radicados en el país. Muchas familias eran netamente colombianas, otras se autodenominaron como binacionales.

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Al ingreso, por el aporte de 50 centavos de dólar les entregaron velitas, a las que protegieron con paredes de cartones para que  permanecieran prendidas.

La noche de velas es una celebración religiosa en homenaje a la Virgen María, que se conmemora un día antes de la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre.

En los hogares católicos colombianos se encienden velas y la fiesta religiosa, que coincide con el inicio de las festividades navideñas, se acompaña con villancicos y canciones de Navidad.

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Rodrigo Vásquez, miembro de Acore, explicó que cada año se reúnen para celebrar en conjunto esta tradición, “antes cada uno lo hacía en su casa, pero muchos pensaban que se trataba de brujería”.

La idea de hacerlo en privado, dijo Vásquez, es “para mantener los lazos entre nosotros y para que no digan mira tanto colombiano, nos están invadiendo”.

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Explicó que por el rechazo que ha generado cierto sector ecuatoriano contra los colombianos han suspendido todo acto público, como el desfile en julio por la fecha de independencia de su país.

La inauguración de la noche de velas la hizo el padre Mario Cobo, colombiano. Después, el grupo Fantasía Vallenata encendió la fiesta con la canción Colombia tierra querida.