Con el anuncio del Ministro de Gobierno de que se va a realizar una consulta popular, se abren las expectativas del pueblo, único ente social que puede decidir su destino.

Al respecto, la Constitución faculta al Presidente de la República para convocar a consulta popular.

Si se hacen las reformas tendrá que haber elecciones para diputados o parlamentarios, al fin, terciarán los de siempre y seguiremos entrampados. La Reforma Constitucional debe sanear las cortes, hasta el Ministerio Público, y a este último se le deberían restar ciertas atribuciones, pues a través de agentes fiscales y del nuevo Código de Procedimiento Penal, no se ha logrado acelerar trámites a ellos encomendados en indagaciones e instrucciones fiscales; pues más bien se estancan procesos cuando intervienen en el mismo algunos funcionarios, a veces para llegar a fallos inauditos.

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El problema está en la administración de justicia, pues está politizada, y mientras esté en manos de partidos políticos, no existirá justicia.

Ab. Julio Rolando Samaniego
Guayaquil

María Rosa Gonzales
Milán, Italia