La vista del juicio por la petición de refugio del desertor estadounidense Jeremy Hinzman acabó ayer en un tribunal canadiense, después de que el ex marine Jimmy Massey reiterase que su unidad asesinó a civiles en Iraq.

Massey, de 33 años, sargento de Infantería de Marina, que comandaba una unidad en Iraq entre enero y mayo del 2003, declaró ayer que su unidad había matado a “más de 30 civiles” desarmados en un intervalo de 48 horas en un control de carreteras en Bagdad, en abril.

Mientras, en Iraq la violencia continúa. Cinco personas, incluido un uniformado, murieron ayer en un ataque contra un puesto de policía y en un tiroteo tras un atentado contra una patrulla estadounidense en Samarra, 125 km al norte de Bagdad.