El máximo líder paramilitar Salvatore Mancuso  entregará su fusil mañana a pesar de que no está clara su suerte por un  pedido de extradición de EE.UU., que, según advierte, podría frustrar las tentativas de paz en Colombia.

Desde el municipio de Tibú, fronterizo con Venezuela, donde se  desmovilizará al frente del poderoso Bloque Catatumbo de unos 1.400 combatientes.

Mancuso pidió perdón por  los crímenes de los paramilitares y ratificó su compromiso con el Gobierno de  avanzar en la desmovilización de  20.000 miembros.