Martha Escobar, viuda de Enrique Duchicela, sargento ecuatoriano que desapareció en Perú, en mayo de 1988, durante el gobierno de León Febres-Cordero, pidió ayer saber cuál es  la verdad sobre las condiciones en las que estuvo su esposo en el país vecino.

“Él dio la vida por el país y lo mínimo que espero es una respuesta del Estado”, afirmó. 

Según el libro Muerte en el Pentagonito, del periodista peruano  Ricardo Uceda, Duchicela murió en 1988 incinerado,  después de ser torturado en el sótano del Pentagonito (cuartel central de la Fuerza Terrestre de Perú).

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Para Uceda, Duchicela fue un agente de inteligencia del Ejército nacional y esa fue la razón por la que lo torturaron y mataron junto a  su informante, el peruano Marco Barrantes.

Escobar, quien trabaja en la Subdirección de Pensiones del IESS, explicó que luego de leer las notas presentadas por diario El Comercio sobre su cónyuge, que señalan que los gobiernos de Febres-Cordero y Rodrigo Borja conocían la situación de Duchicela, sin embargo, le negaron la información, aún no ha definido qué acciones tomará.

No obstante, indicó estar convencida de que el asesinato de su esposo es un delito de lesa humanidad que no prescribe y que, por lo tanto, “iniciará las acciones legales necesarias para que no quede impune”.