La sesión extraordinaria del Congreso convocada para reestructurar a la Corte Suprema de Justicia mantiene este miércoles en reunión permanente a todos los magistrados de la Función Judicial en Quito.

Mientras tanto, tanto en Quito como en Guayaquil, empleados judiciales amenazaron con declararse en huelga desde mañana si es que se producen los cambios que consideran una intromisión del Congreso.

Luis Muñoz, representante de los empleados judiciales dijo que "si (los parlamentarios) pretenden entrar ala Función Judicial, no van a poder. La función judicial no laborará el tiempo que sea necesario mientras el Congreso no mida las consecuencias de desorganizar la función".

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Muñoz señaló que hoy aún se está laborando a puerta cerrada, pero no hay atención ni para ciudadanos ni para abogados que acudieron a realizar sus gestiones normales en los diferentes juzgados. Los trabajadores judiciales dijeron que "de la resolución del Congreso depende todo".

De su lado, el presidente de la CSJ, Hugo Quintana Coello, recalcó esta mañana que es una postura arbitaria (del Congreso), por eso,  ratificó la decisión de los jueces de permanecer en sesión en las instalaciones del edificio de la Corte, porque "peleamos por la seguridad jurídica del país".

Los magistrados Ernesto Albán y José Vicente Troya, mencionados entre los posibles ocho magistrados que sí serán ratificados, expresaron públicamente en la asamblea que "jamás aceptarán la designación del Congreso", a la que consideran arbitraria.

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Los jueces expresaron que no se oponen a la reforma de la ley orgánica de la función judicial, pero descartan que dicha  reorganización sea vía resolución con la que no están de acuerdo. El camino constitucional es vía ley orgánica, dijo Troya.