Negociadores del TLC no se atreven a decir aún que la ronda de marzo será la última
del proceso.

El grupo de técnicos que discute los temas de propiedad intelectual dentro del Tratado de Libre Comercio (TLC), entre los andinos y Estados Unidos mantendrá hoy su última reunión, como parte de la sexta ronda de negociaciones que se realizó la semana pasada en Tucson.

El resto de mesas de negociación terminó su trabajo el sábado anterior.

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El jefe del equipo oficial de diálogos con Estados Unidos, Cristian Espinosa, aceptó que los temas importantes y de fondo en la negociación se están analizando “un poco tarde”, por la discusión que requieren; entre esos están agricultura, propiedad intelectual, acceso a mercado de bienes y otros.

Cristian Espinosa, jefe del equipo ecuatoriano en la negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC), sostiene que el proceso entró en una fase de definiciones, pese a que los temas sensibles fueron postergados (salvaguardias, apertura de la seguridad social por ejemplo) o siguen estancados (medio ambiente, biodiversidad, protección de datos de prueba para elaborar genéricos), debido a la negativa de Estados Unidos a aceptar las condiciones de los países andinos.

Pregunta: Los negociadores dijeron que la ronda de Tucson fue la más productiva; sin embargo ¿cuándo se van a tratar los temas más sensibles (propiedad intelectual, agricultura)?
Respuesta: Se los está topando. Y también hay avances. Lo que no tenemos todavía es resoluciones, consenso... En agricultura hablamos, básicamente, de los temas de fondo. El momento en que acordamos un mecanismo de trabajo significa que estamos de acuerdo.

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P: ¿Se puso un punto de partida?
R: Un punto de partida, un compromiso de llegar a la próxima ronda con propuestas concretas, que se referirán (por ejemplo) a años de desgravación, tonelaje, tipo de salvaguardias...

P: ¿Considera como un “avance” el establecer un punto de partida durante la ronda que se la preveía como la penúltima?
R: Si uno le pone como demora, pues sí; estamos topando temas de fondo un poco tarde en el proceso. Pero era un tema que requería mayor maduración y delicadeza. Uno construye acuerdos paso a paso y se llega a un momento donde se ve el final del túnel. En agricultura ocurrió algo de eso.

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P: Estados Unidos no está negociando aún temas como medio ambiente, biodiversidad, protección de datos de prueba... ¿Eso va a quedar para el último momento?
R: Nosotros quisiéramos que Estados Unidos ratificara la convención de biodiversidad, pero estamos conscientes de que lograr una acción a nivel global en una negociación relativamente local es muy difícil. Ya que no podemos conseguir que ellos vean las cosas como nosotros, esperamos una propuesta concreta. El problema de Estados Unidos es que la visión del departamento de Estado es diferente a la de la agencia medioambiental o el USTR (Oficina de Comercio).

P: En propiedad intelectual, ¿serán suficientes dos rondas para terminar la negociación?
R: Ojalá pueda terminarse solo en dos rondas.

P: ¿Está abierta la agenda para nuevos plazos?
R: No nos apresuramos a decir que la ronda de marzo será la última.

P: ¿La posición andina está dispersa, fraccionada?
R: En acceso a mercados (agrícolas e industriales) planteamos que íbamos a hacer nuestras propuestas de manera independiente. Si creemos conveniente consultarnos lo haremos. En agricultura, la oferta que nos hizo EE.UU. es muy buena.

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P: ¿Es viable la exoneración del atún en lata?
R: Estados Unidos dice que es muy difícil en este momento hacer una oferta de atún, porque más que un sector sensible o una gran industria, lo que tiene es un lobby muy bien establecido, que les impide tomar una decisión. Nosotros estamos pidiendo que todo el atún entre con cero arancel. Ahora, supongamos que nos dan un cupo que no parece tan grande, pero que es más de lo que podemos exportar, estamos bien.