En 19 cantones del norte, noreste y noroeste de Guayas laboran 800 agentes policiales. En esa área existen 65 patrulleros, entre Blazer y camionetas.

La Policía Rural de Guayas, que tiene a cargo la seguridad en 25 de los 28 cantones de la provincia, la mayoría vecinos de Guayaquil, tiene inconvenientes por la falta de armamento, infraestructura y un apropiado sistema de comunicaciones.

El comando de la Policía Rural está en Milagro y funciona en una casa antigua de dos plantas que no tiene espacio para albergar a los 200 gendarmes asignados al sector.

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En 19 cantones del norte, noreste y noroeste de Guayas laboran 800 agentes policiales que tienen disponibles 65 patrulleros, entre blazer y camionetas, algunos con problemas mecánicos.

El jefe de la Subjefatura de Daule, TCrnel. Renán Ayala, dijo que las comunicaciones son deficitarias en su jurisdicción, además solo hay armas para 20 de los 35 policías que prestan sus servicios en la cabecera cantonal.

El alcalde de Milagro, Iván Coello, y sus colegas de otros cantones afirmaron que es el Estado el que debe garantizar la seguridad.

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La estrechez del dormitorio policial provoca una sensación de claustrofobia. Separadas por un espacio de menos de un metro están seis literas donde deben dormir doce gendarmes. El cuarto, con poca ventilación, es de cinco metros por lado. En las camas hay colgadas pistolas y bajo las almohadas están las carabinas.

Aquel cuarto es parte de una casa de dos plantas que hace décadas fue una hacienda y hoy se constituye en la sede del Comando de la Policía Rural del Guayas, con jurisdicción en 25 de los 28 cantones de esta provincia.

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La falta de infraestructura es uno de los problemas que soportan las unidades policiales de las poblaciones vecinas a Guayaquil, en algunas de ellas se han adecuado espacios con aportes de la comunidad y municipios. Hay gendarmes que arriendan casas cerca a los cuarteles.

La dotación de armamento es reducida con respecto al número de elementos, 800 en todo el área, que patrullan en estos cantones. El jefe de la Subjefatura de Policía Rural de Daule, TCrnel Renán Ayala, reconoce que en esa localidad hay 20 armas para 35 policías. El sistema de comunicaciones es deficitario. Ayala refiere que incluso la frecuencia de radio que utiliza la Policía Rural corresponde a la Comisión de Tránsito del Guayas.

Los alcaldes de esas jurisdicciones afirman que no poseen un presupuesto definido ni un plan específico en cuanto a seguridad, sino que realizan aportes de acuerdo a la capacidad económica municipal.

Milagro

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Milagro es la sede de la Policía Rural del Guayas, con subjefaturas en Daule, Naranjal y La Libertad.

De Milagro depende el control  en los cantones El Triunfo, Bucay, Naranjito, Jujan, Marcelino Maridueña, Simón Bolívar y Yaguachi. Son 404 uniformados, dirigidos por dos jefes y diez oficiales, y hay 35 vehículos, entre patrulleros y camionetas, además de un centenar de motos.

El teniente Rigoberto Cisneros, jefe de la Policía Rural (e) dice que un camión que laboraba en Cone y pertenecía al antiguo Escuadrón Volante, se lo devolvió a Guayaquil luego del reclamo que hiciera a la Policía el alcalde Jaime Nebot, por los recursos del plan Más Seguridad.

La principal acción de los gendarmes de esta jurisdicción es evitar los asaltos a transportes en las vías. Hace dos años hubo nueve casos mensuales; hoy, uno o dos.

El jefe de la Policía Rural en Guayas, Crnel. Carlos Rivadeneira, promueve la creación de un marco legal para que los municipios de la zona aporten a la seguridad. “Damos lo que podemos. Aportamos $ 25 mil para el local de la Policía Judicial, pero el responsable de la seguridad es el Estado”, dijo el alcalde de Milagro, Iván Coello.

Durán y Samborondón

El servicio policial de Durán es parte del Comando acantonado en Guayaquil. En Durán está la jefatura de la Unidad de Vigilancia Este (UVE), con jurisdicción en ese cantón, en La Puntilla y Samborondón. Son 131 elementos, comandados por dos jefes y quince oficiales, y 16 automotores en total.

En Durán -según el jefe (e) de la UVE, TCrnel. Ramiro Larrea- la preocupación policial son las pandillas en Abel Gilbert, Recreo y Primaveras 1 y 2, así como los robos y asaltos en otros cinco sectores. El municipio entregó en comodato tres locales donde funcionan los cuarteles y un área de 13.980 m2 para edificar el edificio de la UVE.

Mariana Mendieta, alcaldesa de Durán, recalca que la seguridad es responsabilidad del Estado, “nosotros estamos para colaborar”. Una de sus acciones futuras será la creación de una comisión de seguridad para integrar a la empresa privada.

Larrea destaca que la Fundación La Puntilla entregó tres camionetas, motos y una lancha para la labor policial en ese sector, aledaño a Guayaquil, cuyo peligro mayor son los intentos de secuestro. En Samborondón, la característica constituyen los asesinatos por reyertas.

Daule

La Subjefatura de la Policía Rural con sede en Daule tiene jurisdicción en once cantones: Daule, Salitre, Colimes, Nobol, Pedro Carbo, Isidro Ayora, Lomas de Sargentillo, Santa Lucía, Palestina, Balzar y El Empalme. La vigilancia se hace desde un sector cercano a la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil, hasta los límites con Manabí, Los Ríos y Pichincha.

En toda el área están distribuidos 265 policías que tienen disponibles solo catorce carros.
Palestina, Colimes, Santa Lucía e Isidro Ayora no cuentan con enlace de radio.

El comandante de la Subjefatura, Tcrnel. Renán Ayala, mencionó que Daule se constituye en una zona clave para la captura de carros robados de Guayaquil. Además, existen bandas que operan en la zona rural y asaltos a transportes de pasajeros.

“En algo se controla pero los transportistas siempre viajamos alerta y tenemos radios para comunicar las novedades”, dice un conductor de la cooperativa Sucre, que pide reserva de su nombre.

El cuartel de Daule está en un sector del malecón y debe ser demolido. El alcalde de ese cantón, Pedro Salazar, afirma que el Concejo entregará un terreno y colabora con combustibles.