Un oficial de la Fuerza Aérea de Ecuador fue asesinado en 1988 por agentes del Servicio de Inteligencia del Ejército de Perú, porque había obtenido valiosa información de seguridad nacional, reveló el periodista peruano Ricardo Uceda en entrevistas publicadas ayer en Lima.

Uceda, un experimentado reportero de investigación, presentó los extractos de su libro Muerte en el Pentagonito, en el que detalla una serie de “asesinatos sistemáticos” aplicados por agentes de inteligencia peruanos entre 1982 y 1993 como una “política de eliminación de terroristas”.

Sin embargo, entre los centenares de sospechosos ejecutados figura también el sargento primero de la Fuerza Aérea ecuatoriana Enrique Duchicela, adscrito a la delegación diplomática de su país en Lima, según testimonio del suboficial de inteligencia peruano Jesús Antonio Sosa, hoy prófugo de la justicia.

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Uceda afirmó al diario El Comercio que “el caso es grave porque el Pentagonito (como se llama popularmente al Cuartel General del Ejército) ocultó al país que Ecuador obtuvo información militar peruana de gran valor, lo que en parte puede explicar los hechos posteriores”.

El periodista declaró que Duchicela confesó haber comprado abundante información secreta al teniente de reserva del Ejército peruano Marco Barrantes, también ejecutado en los sótanos del Pentagonito.

“Al matar a los responsables, no solo hicieron justicia entre comillas. También sofocaron el escándalo político que se iba a producir por la fuga de información” durante el gobierno de Alan García (1985-1990), agregó Uceda.

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Las torturas y asesinatos relatados en el libro del comunicador fueron confirmados por Sosa, uno de los integrantes del paramilitar grupo Colina, conocido por el apelativo de Kerosene debido a que era el encargado de eliminar los cuerpos.

PARA ANOTAR

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OPERATIVOS ESPECIALES
Jesús Antonio Sosa,  prófugo de la justicia, trabajó para el Ejército en operativos especiales o ilegales durante los gobiernos de los presidentes Fernando Belaúnde (1980-1985), Alan García (1985-1990) y Alberto Fujimori (1990-2000).

SIN VIDA
La viuda de Duchicela, Martha Escobar, declaró a El Comercio, de Lima, que después de implorar ante diversas instancias militares peruanas por el paradero de su esposo, Enrique Duchicela, llegó al embajador ecuatoriano en Lima, José Ayala, y él  le dijo que si lo había capturado la Inteligencia Militar de Perú nunca más lo volvería a ver.

A LA VENTA
El libro de Uceda, que detalla también el asesinato de tres montoneros argentinos en Lima en la década de los setenta y otras matanzas del grupo Colina, fue puesto ayer a la venta por la editorial Planeta.

TRAICIONADO
Según el veterano reportero Ricardo Uceda, Sosa dio libremente los testimonios porque se sintió traicionado por el Ejército, al observar que se descubrían los “operativos especiales”, como llamaron a las ejecuciones, y que los agentes que habían participado no eran protegidos.

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