El programa de festejos por el aniversario de fundación culmina hoy con una sesión solemne organizada por el Municipio capitalino.

La semana pasada, Quito estrenó el más avanzado sistema de transporte desde la inauguración del trolebús, en 1995: el corredor vial entre Miraflores y Carcelén, de 14 kilómetros, que entró en operaciones de prueba el 27 de noviembre.

El sistema forma parte del Metrobús, una red de transporte público que la administración municipal espera concretar en el 2008 y completar así el proceso iniciado en 1991 en la alcaldía de Rodrigo Paz, cuando se hicieron los estudios para organizar el transporte público.

Publicidad

El nuevo corredor vial marca un avance con respecto al Trolebús y la Ecovía (ruta nororiental de la ciudad) por aspectos técnicos.

Hidalgo Núñez, director de Transporte y Vialidad del Municipio, explicó que el sistema podrá transportar a 420 mil pasajeros a diario, mientras que el trolebús moviliza a 220 mil, diariamente.

La razón es que las paradas del Miraflores-Carcelén tienen cabida para dos buses a la vez, espacio para que las unidades rebasen, y un servicio diversificado: un transporte normal con paradas en todas las estaciones, dos más que se detienen en paradas pares e impares y un servicio con solo una o dos paradas.

Publicidad

Además de ampliaciones de las rutas actuales, la red Metrobús contempla la construcción de otros dos grandes corredores: el suroriental (una continuación de la Ecovía) y el occidental, que recorrerá la ciudad de norte a sur por la avenida Occidental y se unirá con el Miraflores-Carcelén.

Los puntos de convergencia de las rutas serán dos terminales interprovinciales en el sector de Quitumbe, al extremo sur de la ciudad, y en Carcelén, al norte. Con las dos estaciones, se sustituirá a la terminal terrestre Cumandá que opera en el centro.

Publicidad

Núñez explicó que la implementación del nuevo corredor vial fue posible gracias a la política municipal de entregar la operación del sistema a las organizaciones de transportistas que antes operaban en la ruta. Esa política permitió llegar a acuerdos con las cooperativas, indicó.

La administración de la Miraflores - Carcelén estará a cargo de cinco organizaciones de transportistas, que operarán, en total, 84 buses articulados.  Se deberán retirar de circulación 336 vehículos de transporte masivo.

Cristian Cerda, coordinador de la Fundación Biciacción, que maneja una propuesta alternativa de movilización en las ciudades, señaló que el Municipio tiene una clara política de priorizar el transporte público.

La transportación aún es un problema en algunos sectores de la capital por la contaminación que generan los buses y por la falta de espacios para la circulación de bicicletas.

Publicidad