El vocal del Tribunal Constitucional (TC), Víctor Hugo Sicouret (PRE), aceptó el viernes en Guayaquil, que mantiene una deuda de tres millones de dólares con Filanbanco, pero aclaró que “eso no significa que le deba al Estado”, tal como lo denunció el ex mandatario y diputado socialcristiano, León Febres-Cordero, el lunes pasado.

La obligación se divide en 1 millón de dólares como crédito personal y 2 millones en calidad de garante.

Sicouret explicó que “hablando en estricto derecho, Filanbanco nació como un ente privado y esa situación no varió con su traspaso al Banco Central, en diciembre de 1998”.

Publicidad

La polémica se dio luego del pronunciamiento del Contralor subrogante del Estado, Genaro Peña, quien aseguró el miércoles pasado que ningún deudor del Estado puede ejercer un cargo público, al referirse al nombramiento de Víctor Hugo Sicouret. Según Peña, existe una disposición expresa en la ley, que determina que quienes son deudores morosos del Estado, no pueden desempeñar funciones públicas.

“Tener deudas no es una infracción, pero quienes estén en mora con el Estado tienen una limitación legal”, dijo.

Según el ex roldosista, “el contralor dijo eso por órdenes directas de León Febres-Cordero”, y añadió que llegó a un acuerdo con la firma Thesis Antares, encargada del cobro de las deudas de Filanbanco, “pero por presiones de los socialcristianos, ese acuerdo aún no es ratificado por la administración del banco”.

Publicidad

Hasta la actualidad, Sicouret afirma que ha cancelado tres millones de dólares de sus obligaciones, con la dación en pago de una hacienda bananera ubicada en el cantón Jujan.

“Lo malo no es deber, pero sí no pagar, o intentar hacerlo con la entrega de terrenos sobrevalorados, que es el caso de los Febres-Cordero”, dijo el asesor del Presidente de la República.

Publicidad