El actor estadounidense Kevin Kline recibió el pasado viernes una estrella en el paseo de la fama en pleno Hollywood. El protagonista de Un pez llamado Wanda (1988, película que le dio un Oscar), de  57 años, se convirtió en la estrella 2.272 en quedar inmortalizada en el Hollywood Boulevard de Los Ángeles.

Hijo de Robert Joseph Kline y Peggy Kirk Kline y segundo de cuatro hermanos, el actor estudió música, mimo y arte dramático en la Universidad de Indiana y posteriormente se graduó en la Julhard School en Arte Dramático.

Su debut cinematográfico se produjo en 1982 con La decisión de Sofía (Sophie’s choice) de Alan J. Pakula. El éxito le llegó con Un pez llamado Wanda.

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