Todo bien público debe ofrecer ventajas al usuario. En el caso de los torniquetes usados en los vehículos de transportación urbana, prima una serie de desventajas.

He experimentado en carne propia lo absurdo del uso de esos aparatos que a dos hijos menores de edad y a mí nos ha expuesto a peligros: caídas, golpes, sustos, daños en la vestimenta... Sin mencionar la poca paciencia de los conductores y lo extremadamente difícil que resultan los transportes y los torniquetes para los discapacitados.

Ya es hora de que las autoridades y los dueños de los transportes, mediten y retiren en todo el país esos artefactos lesivos y atentatorios al bienestar ciudadano.

Publicidad

Sixto Chiliquinga Villacís
Pasaje