Michael Schumacher descendió este domingo por los  Campos Eliseos a bordo de su monoplaza rojo Ferrari, con el que conquistó su  séptima corona de Campeón del mundo de Fórmula 1, abriéndose paso con muchas  dificultades en medio de una multitud muy apremiante. 
 
Varios miles de personas se alinearon a lo largo de los Campos Eliseos,  desde la plaza del Arco del Triunfo hasta la de la Concordia. 
 
Schumacher, con su casco, no parecía muy cómodo, mientras que los  integrantes del servicio de seguridad, que caminaban al costado de su  monoplaza, tenían enormes dificultades en abrirle paso a través de la multitud  que invadió la gran avenida parisina. 
 
Seguido por todo un cortejo de Ferrari, entre ellas la muy elitista Enzo,  manejada por su patrón francés Jean Todt, el campeón de la F1 llegó a la plaza  de la Concordia. 
 
Alli se subió a una Ferrari "normal" para dirigirse al ministerio de la  Solidaridad, de la salud y de la familia, en la avenida Duquesne, en donde lo  recibieron el ministro Philippe Douste-Blazy, el profesor Gérard Saillant,  presidente del Instituto del cerebro y de la médula espinal (ICM), y la  directora de la Asistencia pública Rose-Marie van Lerberghe. 
 
Michael Schumacher y Jean Todt apoyan personalmente al ICM, al igual que el  cineasta Luc Besson que filmó el desfile desde una de las Ferrari.