Una mujer y dos hombres fallecieron la noche del pasado viernes en  Guayaquil, luego de ingerir insecticida, diablillos y dispararse en la cabeza.

María Males Otavalo, de 26 años, bebió insecticida la mañana del pasado domingo cuando sus cuatro hijos jugaban afuera de su casa, ubicada en el km 26 de la vía Durán - Tambo.

Ángel Caranqui, esposo de Males, dijo que desconocía los motivos que llevaron a su cónyuge a quitarse la vida, pues “era una persona tranquila que no tenía problemas con nadie”.

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En la parroquia Posorja, Rubén Néstor Ramírez Estacio, de 27 años, ingirió 20 diablillos (fósforo blanco), diluidos en agua, que le causaron una agonía de cuatro días,  indicó su padre, Hugo Ramírez.

Agregó que su vástago sufría trastornos psicológicos hace unos cinco años. “Desde ese tiempo, mi hijo tenía crisis en su comportamiento, había ocasiones que se ponía bastante agresivo, incluso se desaparecía todo el día de la casa, y cuando regresaba no decía dónde estaba”, relató el hombre.

En las calles 23 y la N, Lenín Antonio Vinueza Intriago, de 22 años, se disparó en la cabeza cuando se encontraba en estado etílico.

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Intento de suicidio
En otro sector de la ciudad, una menor de 13 años intentó suicidarse al ingerir cinco diablillos, la tarde del pasado martes.
La joven tomó el veneno cuando se encontraba en el  expreso que la conducía hasta el colegio Martínez Serrano, donde cursa el octavo año básico.

Según la denuncia presentada por sus familiares en la Fiscalía adjunta a la Policía Judicial (PJ-G), la menor decidió terminar con su vida  porque un profesor la  habría amenazado con dejarla para  el supletorio.

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Entre  noviembre y lo que va de diciembre, cinco personas se autoeliminaron. Tres de los casos incluyeron el asesinato de cinco personas, todos cónyuges o hijos de los suicidas.